lunes, 21 de noviembre de 2016

Neptuno

Neptuno (14 Lunas)

El planeta Neptuno tiene 14 satélites conocidos.

El más grande es Tritón con mucha diferencia: su diámetro es 6,5 veces superior al del segundo satélite de Neptuno por tamaño, Proteo.

Sus 2707 km de diámetro son comparables pero inferiores al de nuestra Luna (3474 km).

Proteo, el segundo satélite por tamaño, tan solo mide 420 km de diámetro medio y no fue descubierto hasta la visita de la sonda Voyager 2 en 1989.

El tercero en volumen es Nereida (340 km), descubierto en 1949. Este satélite destaca por tener una órbita muy excéntrica.




Neptuno y Tritón vistos desde la Voyager 2.

El primer satélite de Neptuno descubierto fue Tritón en 1846 por William Lassell, 17 días después del descubrimiento de Neptuno.



William Lassell descubrio Tritón


No se descubrió ningún otro satélite de Neptuno hasta 1949, cuando Gerard Kuiper descubrió Nereida.

Urano

Urano (27 Lunas)

Urano tiene 27 satélites conocidos y todos tienen nombre definitivo.

Los más importantes son (del más grande al más pequeño): Titania, Oberón, Umbriel, Ariel y Miranda. Estas son las llamadas «lunas clásicas» y eran las únicas conocidas antes de la Era espacial.

Ninguno de los satélites de Urano tiene atmósfera.



A diferencia de la mayoría de cuerpos del Sistema Solar, que toman sus nombres de la mitología greco-romana, los nombres de los satélites de Urano proceden de los personajes de las obras de William Shakespeare y Alexander Pope, especialmente de sus protagonistas femeninas.

Titania y Oberón son los dos satélites más grandes y los primeros que fueron descubiertos, en el año 1787 por William Herschel. Sus nombres son los de la reina y el rey de las hadas (respectivamente) en la obra El sueño de una noche de verano de Shakespeare. Son bastante similares en tamaño y albedo, presentando Titania una mayor actividad geológica.

Los siguientes son Umbriel y Ariel, descubiertos por William Lassell en 1851. Casi un siglo más tarde, en 1948, Gerard Kuiper descubrió Miranda.

El año 1986, la sonda Voyager 2 descubrió 10 más, de entre 40 y 80 km de diámetro, con excepción de Puck que tiene 160 km. Estos son (por orden alfabético): Belinda, Bianca, Cordelia, Crésida, Desdémona, Julieta, Ofelia, Porcia, Puck y Rosalinda.

Dos de los nuevos satélites son satélites pastores de los bordes interior y exterior del anillo épsilon que es el más externo. Se trata de Cordelia y Ofelia. Los otro ocho siguen órbitas circulares entre los anillos y Miranda, la más interior de los grandes satélites anteriores a la era espacial. Puck es el más externo de los 10 satélites descubiertos, el más próximo a Miranda, el más grande y el primero en ser descubierto, casi un mes antes del encuentro de la nave con Urano. Posteriormente, a partir de los años 90, el Telescopio espacial Hubble ha permitido aumentar el número de satélites conocidos hasta 27.


Según su distancia al planeta, los satélites de Urano se dividen en dos grupos: Satélites interiores y satélites exteriores. Los interiores van desde Cordelia (el más próximo a Urano) hasta Oberón (ver tabla). Están compuestos por una mezcla de roca y hielo. Todos los satélites mayores pertenecen a este grupo. Las exteriores son todos bastante pequeños y se desconoce la composición, pero es probable que sean asteroides capturados gravitacionalmente.

Saturno

Saturno (62 Lunas)




El planeta Saturno tiene un gran número de satélites (unos 200, 61 con órbitas seguras), el mayor de los cuales, Titán, es el único satélite del Sistema Solar con una atmósfera importante. El sistema de satélites de Saturno ofrece varios ejemplos interesantes de dinámica orbital, tales como satélites coorbitales, satélites troyanos y satélites pastores. Algunos satélites también se encuentran en resonancia entre sí.

Los satélites que se conocen desde antes del inicio de la investigación espacial son: Mimas, Encélado, Tetis, Dione, Rea, Titán, Hiperión, Jápeto y Febe.

En el año 2004 fueron detectados 12 nuevos satélites, cuyas órbitas sugieren que son fragmentos de objetos mayores capturados por Saturno, y cuya existencia ha sido confirmada por la misión Cassini-Huygens; esta misión también ha descubierto varios satélites nuevos.


Titán obtenida en infrarrojo por la misión Cassini/Huygens.



Imagen de la superficie de Titán tomada por la sonda Huygens

Júpiter

Júpiter (67 Lunas)


Los satélites de Júpiter descubiertos hasta ahora son 67.


Las más grandes de ellas, los cuatro satélites galileanos, fueron descubiertos en 1610 por Galileo Galilei y fueron los primeros objetos encontrados en orbitar un cuerpo diferente a la Tierra o al Sol.



Satélites galileanos, las 4 lunas mas grandes de Júpiter


A partir de finales del siglo XIX, decenas de lunas jovianas mucho más pequeñas se han ido descubriendo y han recibido los nombres de las amantes, conquistas e hijas del dios romano Júpiter o su predecesor griego, Zeus. Las lunas galileanas son por mucho los objetos más grandes en órbita alrededor de Júpiter, cuando las restantes 63 y los anillos comprenden sólo el 0,003 por ciento de la masa orbital total.

La primera observación informal de una de las lunas del planeta fue la del astrónomo chino Gan De alrededor del año 364 a.C.

Sin embargo, las primeras observaciones seguras fueron realizadas por Galileo Galilei en 1609.



Para marzo de 1610, había divisado las cuatro masivas lunas galileanas con su telescopio de magnificación de 30x. Ganímedes, Ío, Calisto y Europa.

Ningún satélite adicional fue descubierto hasta que E. E. Barnard observó Amaltea en 1892, Con la ayuda de la fotografía telescópica, nuevos descubrimientos siguieron rápidamente a lo largo del siglo XX.

Himalia fue descubierto en 1904.
Elara en 1905.
Pasífae en 1908.
Sinope en 1914
Lisitea y Carme en 1938
Ananké en 1951
Leda en 1974


Para cuando las sondas Voyager alcanzaron Júpiter en 1979, 13 lunas se habían descubierto; mientras que Temisto se observó en 1975, pero debido a la insuficiencia de los datos de la observación inicial, se perdió hasta el 2000. Las misiones Voyager descubrieron tres lunas interiores adicionales en 1979: Metis, Adrastea y Tebe.

Durante dos décadas no fueron descubiertas lunas adicionales; pero entre octubre de 1999 y febrero de 2003, investigadores encontraron otras 32 lunas usando detectores sensibles con base en tierra, de las cuales la mayoría fueron descubiertas por un equipo liderado por Scott S. Sheppard y David C. Jewitt.

Estas son pequeñas lunas, en largas, excéntricas y generalmente retrógradas órbitas, con un promedio de 3 kilómetros (1,9 mi) de diámetro, con la más larga midiendo 9 kilómetros (5,6 mi) de ancho.


Se cree que todas estas lunas van a ser capturadas por asteroides o tal vez cometas, posiblemente fragmentadas en varios pedazos, pero realmente se sabe muy poco acerca de ellas. Desde entonces, 14 lunas adicionales han sido descubiertas pero no confirmadas todavía, llevando el total de satélites jovianos observados a 63.

Marte

Marte (2 Lunas)



Deimos (del griego terror) es la más pequeña y externa de las dos lunas de Marte, llamada así por Deimos, de la mitología griega.

Las dos lunas de Marte, Fobos y Deimos, fueron descubiertas por el astrónomo estadounidense Asaph Hall.



Asaph Hall, descubridor de Fobos y Deimos.


Fue el Maestro de Ciencias de Eton, Henry Madan (1838-1901), el que sugirió nombrarlas de esa manera, atendiendo al libro XV de la Ilíada, en el cual Ares invoca al miedo y al terror.

Deimos fue descubierta el 11 de agosto de 1877, aproximadamente a las 07:48 UTC.

Fobos (del griego miedo) es la más grande de las dos lunas de Marte y la más cercana al planeta. Según la mitología griega, Fobos era uno de los hijos de Ares

Fobos fue descubierta el 18 de agosto de 1877 con el gran refractor de 66 cm del Observatorio de Washington, obra del óptico norteamericano Alvan Clark.


Fobos siempre presenta la misma cara a Marte, debido a las fuerzas de marea que el planeta ejerce sobre su satélite.

Tierra

Tierra (1 Luna)

Todas las lunas del sistema solar


La Luna es el único satélite natural de la Tierra.

Con un diámetro de 3476 km es el quinto satélite más grande del Sistema Solar, mientras que en cuanto al tamaño proporcional respecto de su planeta es el satélite más grande: un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa.


Después de Ío, es además el segundo satélite más denso.

En la superficie de la Luna existen basicamente dos tipos de regiones ; y muchos elementos de interés como cráteres, cordilleras, surcos y praderas de lava. La estructura interna de la Luna es más difícil de estudiar. La capa externa es de roca sólida, quizás unos 800 kilómetros de grosor. Debajo de esta capa hay una zona parcialmente fundida. Y aunque no se sabe a ciencia cierta, muchos geólogos lunares piensan que la Luna podría tener un pequeño núcleo de hierro , a pesar de que no tener un campo magnético. Al estudiar la Luna y su interior, los geólogos pueden aprender más acerca de la historia geológica y formación de la Luna.

Las huellas dejadas por los astronautas del Apollo permanecerán allí por siglos debido a que en la Luna no hay viento. La Luna carece de atmósfera, de manera que no tiene clima como el que estamos acostumbrados a tener en la Tierra.

Y a causa de la ausencia de una atmósfera que atrape el calor, las temperaturas en la Luna son extremas; oscilando entre 100°C al medio día y -173°C durante la noche.

La Luna es el único cuerpo celeste en el que el ser humano ha realizado un descenso tripulado.

Aunque el programa Luna de la Unión Soviética fue el primero en alcanzar la Luna con una nave espacial no tripulada, el programa Apolo de Estados Unidos consiguió las únicas misiones tripuladas hasta la fecha, comenzando con la primera órbita lunar tripulada por el Apolo 8 en 1968, y seis alunizajes tripulados entre 1969 y 1972, siendo el primero el Apolo 11 en 1969.

Estas misiones regresaron con más de 380 kg de roca lunar, que han permitido alcanzar una detallada comprensión geológica de los orígenes de la Luna (se cree que se formó hace 4500 millones de años después de un gran impacto), la formación de su estructura interna y su posterior historia.

Desde la misión del Apolo 17 en 1972, ha sido visitada únicamente por sondas espaciales no tripuladas, en particular por los astromóviles soviéticos Lunojod.


Desde 2004, Japón, China, India, Estados Unidos, y la Agencia Espacial Europea han enviado orbitadores. Estas naves espaciales han confirmado el descubrimiento de agua helada fijada al regolito lunar en cráteres que se encuentran en la zona de sombra permanente y están ubicados en los polos. Se han planeado futuras misiones tripuladas a la Luna, pero no se han puesto en marcha aún. La Luna se mantiene, bajo el tratado del espacio exterior, libre para la exploración de cualquier nación con fines pacíficos.

Mercurio

Mercurio (0 Lunas)

Un satélite natural en órbita a Mercurio, por un corto tiempo, se llegó a creer que existía.

El 27 de marzo de 1974, dos días antes de que la Mariner 10 hiciera su sobrevuelo a Mercurio, los instrumentos comenzaron a registrar grandes cantidades de radiación ultravioleta en las proximidades de Mercurio que, de acuerdo con un astrónomo, "no tenía sentido que estuvieran allí".

Al día siguiente, la radiación había desaparecido, reapareció tres días después, lo que parece proceder de un objeto que estaba, al parecer, separado de Mercurio. Algunos astrónomos especulan que habían detectado una estrella, pero otros argumentaron que el objeto debía ser una luna, citando las dos direcciones diferentes de la radiación emanada y la creencia de que esa alta energía de radiación no podía penetrar muy lejos a través de la medio interestelar. De acuerdo a sus argumentos, la velocidad del objeto se calculó en 4 kilómetros por segundo (2,4 millas por segundo), lo que coincidía con la velocidad esperada de una supuesta luna.

Sin embargo, enseguida, la "luna" se detectó alejándose de Mercurio, y fue, finalmente, identificada como una estrella, de la constelación del Cráter, 31 Crateris. El origen de la radiación detectada el 27 de marzo es todavía desconocida. 31 Crateris viene a ser una binaria espectroscópica con un período de 2,9 días, y eso pudo ser la fuente de la radiación ultravioleta.

La Luna de Mercurio, aunque no existe, supuso un importante descubrimiento en el astronomía: se comprobó que la radiación ultravioleta no estaba tan completamente difuminada por el medio interestelar como se pensaba anteriormente.

La NASA propuso el nombre de Caduceo, el personal que lleva el dios romano Mercurio, en caso de que un satélite fuese descubierto por la MESSENGER en órbita Mercurial.

La observación de la luna de Mercurio desde la Tierra sería difícil debido a que Mercurio está demasiado cerca del Sol, desde la Tierra no se puede ver hasta que atardece, y la densa capa de atmósfera dificulta su observación de forma nítida, y es muy arriesgada dirigir los telescopios espaciales, como el Hubble, hacia el Sol ya que la intensidad podría estropear el objetivo de la cámara.


Mercurio no fue observado en el espectro infrarrojo hasta 1995.